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El Imperio del FuegoCine malo en estado puro. Pero no cine malo-bueno, como El ataque de los tomates asesinos, sino cine malo-malo, aquel que vale la pena vadear a distancia segura. Para que se me entienda haré una breve clasificación de lo que creo que es el buen y mal cine (ja, esto es cuestión de gustos, así que nada de quejarse, machote):- Cine bueno. Vale, bonita película, lo que se esperaba de este director maravilloso, buen reparto y suficiente pasta. Realmente, por genial que sea este tipo de película, dudo que llegue a impresionar a alguien, aunque sí, es cierto, es buen cine (ver programa de Garci). - Cine malo-malo o cine malo a secas. Película de bajo presupuesto o buen presupuesto, buenos o malos actores, pero de patético resultado. Igual es esa película que se esperaba resultona pero acabó convertida en un chasco tremebundo (SW: Episodio I o El Imperio del Fuego) o simplemente una película mala, que no llegó a aspirar a nada y se quedó en eso (American Psycho II, La Hermandad...). - Cine malo-bueno. El género de la discordia. Es la típica película hecha con esmero y sin dinero o sin esmero ni dinero, ni actores ni gracia, pero cuyo resultado merece ser visto. Si lo que interesa es divertirse, suele ser un tipo de película bastante suculento. Representantes: Yo compré una moto vampiro, El ataque de los tomates asesinos, Kung-Fú y los Siete Vampiros de Oro... Pero volvamos a El Imperio del Fuego. La película te presenta carteles en los que se vén helicópteros combatiendo con dragones (¡mentira!), trailers suculentos que te llevan a imaginar una escalada de tensión mientras el mundo es infestado por huestes de bicharracos voladores gigantes con mala pipa, gobiernos y ejércitos luchando desesperadamente... Cinco minutos después de los títulos de crédito todo eso ocurre; pero eso sí, en una puñetera elipsis en la cual mientras arde un mapa del planeta, el protagonista cuenta cómo luchó la humanidad hasta que las ciudades fueron reducidas a escombros y (quizás) cuatro gatos más como el protagonista y su comunidad de refugiados se vieron luchando contra la escasez y los repentinos ataques de ígnea alitosis. Vamos, que no me hizo ni puta gracia, puesto que esperaba algo más de tensión, cine de desastre o similar al estilo de Meteoro. Y aquí comienza una película de bajo presupuesto al estilo de Mad Max pero plagado de diálogos estúpidos y absurdos que culminan en la frase "Brindo por la evolución". Hacía ya un rato que no podía parar de reirme de ver lo sobreactuado de los protagonistas y bueno... esos diálogos que parecián sacados de Barrio Sésamo. Advierto a quien quiera verla que se prepare, y a ser posible traiga consigo el kit de plan B: "reirse con los coleguillas de la basura de película". Nada más para comparar pondré un trocito de escena de El ataque de los tomates asesinos: Un negro experto en camuflaje se infiltra en el campamento de los tomates disfrazado de tomate gigante. Es la hora de la cena y los tomates le ofrecen entrecotes y menudillos. ¿Quieres pata de negro?, le pregunta un tomate en tomate. El tomate falso y traidor afirma con la cabeza, le da un bocado a la pata, mira a sus anfitriones y pregunta: ¿Teneis ketchup? Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://jkaranka.blogalia.com//trackbacks/3213
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