Los teléfonos móviles con cámara incorporada, aunque parezcan una gilipollez, están causando estragos en la manera de crear bitácoras. La obligación de llevarlas a cuestas (por si te llaman) y la facilidad de uso se combinan a la hora de que uno se piense si sube o no una imagen a la bitácora. Esto también cambia un tanto la manera en la que se organiza la bitácora: los temas se vuelven más cotidianos y "tangibles". No es lo mismo que llevar una cámara digital: uno se lo piensa antes de sacarla a la calle. Aquí podemos leer una "pérdida de la virginidad" con este sistema por parte de Pjorge. Unos quince días después podemos ver los resultados en su bitácora: Pjorge. ¡Ha aparecido una fuerte vena gastronómica que no conocíamos!