Los tres estigmas de Palmer EldritchPalmer es supuestamente la figura que aparece en la anterior historia. Nadie acertó, pero dudo que alguien lo imagina como lo imaginó el autor. A fin de cuentas, un hombre con un brazo robótico, una mandíbula de hierro y ranuras en lugar de ojos puede parecer cualquier cosa.- Supongamos que quiera construir mi propio universo -dijo Leo-. Quizás en mí también hay algo de malvado, algún aspecto de mi personalidad que desconozco. Esto podría hacerme producir una cosa todavía más fea que la que tú has creado. -Al menos con el kit de accesorios Perky Pat uno se limitaba a lo que se había procurado de antemano, como el mismo Eldritch había señalado. Lo cual daba... una cierta seguridad. - Cualquier cosa, no importa qué, podría ser eliminada -dijo la niña con indiferencia-. Si descubres que no te gusta. Y si te gusta... -se encogió de hombros-, pues, te la quedas. ¿Por qué no? ¿A quién puedes hacerle daño? Los Tres Estigmas de Palmer Eldritch, Philip K. Dick. La novela de Dick comienza como una película costumbrista. Su argumento central gira en torno a las paranoias típicas del autor: qué es la realidad, qué es el mal, qué es ser humano. Se construye a través de la historia de un litigio entre dos compañías que compiten entre sí proveyendo a los colonos que habitan las lunas y planetas del sistema solar de diversión y entretenimiento. La compañía que vende la muñeca Perky Pat y su kit de accesorios es una tapadera... de una droga de traslación que te convierte -literalmente- en Perky Pat y su novio Walt. ¿Es esta la realidad? Una religión marciana así lo asume. El comienzo de la novela es genial. Es de esas historias que disfrutas aún sabiéndolas de antemano, y quizás más si la sabes de antemano: la esposa de uno de los protagonistas es diseñadora de cerámicas, y quiere vender sus diseños para el kit de accesorios de Perky Pat. Casualmente, el encargado de elegir si las cerámicas formarán parte -o no- de este kit es su ex-marido, y la persona encargada de negociar con él es su actual marido. Sí, los machos alfa se encuentran el uno con el otro, pero no se conocen. Hipotéticamente no habría riesgo. Pero Barney Mayerson, el empleado de Perky Pat, es casualmente también un precognitivo -un valor seguro a la hora de hacer compras en un mundo competitivo-. Pero resulta que la nueva empleada de Perky Pat, también precognitiva, aspira a ser la nueva encargada de sección y se acuesta con Barney.... ¿sigo? ¡Es un auténtico embrollo de película! ¿Y Palmer Eldritch? Su nave cayó hace poco en Plutón, volviendo de Próxima Centauri. Se dice que trae consigo un nuevo liquen, pero... ¿es la persona que se fue hará tantos años? Frase para recordar: Dios promete la vida eterna. Nosotros la proporcionamos. Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://jkaranka.blogalia.com//trackbacks/14028
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